Estados Unidos se preparaba para un posible nuevo juicio político al presidente saliente Donald Trump por el violento asalto de sus partidarios al Congreso, que reflejó las divisiones del país y los riesgos que enfrenta la democracia más antigua del mundo.
En este marco, la presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Nancy Pelosi, afirmó en las últimas horas que estaba lista para lanzar un segundo proceso de juicio político contra el presidente, a menos que deje la Casa Blanca en los próximos días.
Entre hoy y mañana, las autoridades de la Cámara deberán confirmar si deciden avanzar con la destitución de Trump de sus funciones invocando la 25a enmienda de la Constitución, que les da autoridad para hacerlo.
"Para proteger nuestra Constitución y nuestra democracia, actuaremos con urgencia, porque este presidente representa una amenaza inminente para ambas", añadió Pelosi
Tras los pedidos de enjuiciar a Trump de los senadores republicanos Ben Sasse y Lisa Murkowski, el senador Pat Toomey afirmó ayer que una renuncia del presidente "sería el mejor camino".
Aislado en la Casa Blanca, abandonado por varios de sus compañeros de gobierno, Trump no da ninguna señal de estar pensando en renunciar.
Mientras tanto, alrededor del Capitolio se ha erigido ahora una alta barrera metálica, al tiempo que se ha ampliado el número de efectivos de seguridad hasta la investidura de Biden, a la que Pence hizo saber que asistirá, contrariamente a Trump.