La pandemia del COVID-19 cambió la situación en la atención de las clínicas y sanatorios privados, que tuvieron que hacer modificaciones por el aumento de los costos y la necesidad de seguir atendiendo a través de los nuevos protocolos.
A eso se le agrega la falta de acompañamiento por parte de las prepagas provinciales, nacionales y sindicales.
El Director de la Clínica del Valle, Juan Gabriel Seleme, dialogó con LaCienPuntoUno y separó "en el interior los propietarios de las clínicas privadas son grupos familiares, mientras en la Capital y Gran Buenos Aires los propietarios son los grupos financiadores. Mientras que, al sanatorio puro ingresa dinero solo por la atención de los pacientes y también por las cuotas que pagan a sus prepagos".
Seleme resaltó la ayuda del Estado Nacional con el tema de los ATP: "Fueron fundamentales para seguir manteniendo la situación en marcha".
Las clínicas y sanatorios sufrieron por la caída en el flujo de pacientes no covid, algo fundamental. "La atención ambulatoria en el país cayó un 70%, y la atención de internación quirúrgica y de clínica médica cayó el 50%", contó.
Y agregó: "La verdad no se puede trabajar, sin tener trabajo no se puede generar ingresos. Y el poco trabajo que se tiene está mal pagado, es una ecuación sumamente difícil de mantener".
De no llegar a un arreglo, Juan Seleme declaró que las consecuencias pueden ser graves. "Algunas clínicas van a cerrar. No estoy diciendo que las clínicas grandes tengan que cerrar porque tienen otras posibilidades de poder seguir manteniéndose. Estamos representando a clínicas que tienen entre 15 y 25 camas, que si si no tienen un acompañamiento de los actores del sistema van a cerrar, van a tener que cerrar".