El Gobierno nacional decidió incluir una restricción para los vuelos internacionales que salen y llegan al país entre los nuevos límites por el aumento de los contagios por el COVID-19.
Autoridades nacionales aseguraron que no se va a cerrar el aeropuerto sino que se establecerá una reducción de 30% de las frecuencias semanales que llegan al aeropuerto de Ezeiza.
Con esto el Ejecutivo busca contener la movilidad de las personas y, fundamentalmente, la llegada de la nueva cepa de covid que ya tiene casos de contagios en varios países del mundo, en especial, en Europa.
La medida busca complementar la decisión tomada dos semanas atrás en donde el Gobierno había resuelto el endurecimiento de los ingresos al país por vía terrestre y aérea, para evitar que una nueva cepa de coronavirus, descubierta en Gran Bretaña, ingresara al país.
La medida impactará a todas las compañías que hoy llegan a la Argentina, inclusive a la local Aerolíneas Argentinas que ya había retomado todas sus rutas internacionales salvo New York y Roma –ya vuela a España, Miami en los Estados Unidos, Brasil, Chile, Paraguay, México– y sólo en en enero tiene programadas 60 frecuencias internacionales.
Además, impactará en los pasajeros que ahora deberán comunicarse con las compañías para saber si su vuelo fue dado de baja o no.
Aquellos que hayan comprado paquetes turísticos para el exterior, como puede ser viajes a Miami o al Caribe, ya que el retraso significará una reprogramación de las estadías en los hoteles.