Javier Díaz, hijo del hombre dado por muerto erróneamente en una clínica de Caleta Olivia, contó el momento que atravesó luego de que le informaran la muerte de su padre.
viernes, 28 de octubre de 2022 - 7:28
El pasado martes le notificaron desde la Clínica Cruz del Sur de Caleta Olivia a Javier Díaz, un joven oriundo de Comodoro Rivadavia, que su padre había fallecido. El informe fue un error ya que se trataba de un hombre que se encontraba internado hace varios días. El vecino viajó hasta la localidad santacruceña, pero cuando llegó el cuerpo no estaba por ningún lado.
Según informó La Opinión Austral, la explicación que le dieron a la familia Díaz fue que se trató de un error de números. “Yo soy de Comodoro, lo trasladé a él a la Clínica por un cuadro de neumonía. Su cuadro empeoró y mi madre se quedó a su cuidado”, comento Javier.
En esa línea, comentó que el en la madrugada del martes, su madre recibió un llamado para que se acerque a la clínica. “Ahí le dicen que su marido había fallecido. Colapsa emocionalmente, me comunican y también colapso yo. Mi señora está embarazada, tiene un embarazo de riesgo, así que imagínense la tensión que vivimos en ese momento“, señaló.
En ese momento, Javier emprendió viaje rumbo a Caleta Olivia donde estaban preparando el supuesto cuerpo de su papá reciente fallecido y su madre se encontraba realizando los trámites funerarios. Al llegar, el joven tuvo que reconocer los restos que iban a ser velados.
“Entré en terapia, me paro a 5 o 6 metros y destapan el cuerpo. Lógicamente les digo que no es mi padre, alzo un poco la voz y me sacan porque me dicen que estoy en shock supuestamente”, explicó.
Cuando va a ver a su madre, Javier contó que arriba de la mesa vio todos los papeles de mi papá. “Veo el acta de defunción donde decía ‘Antonio Díaz fallecido’. Lo tengo a eso, por lo legal lo pedí. Ahí entré en una incertidumbre, capaz estaba en shock y no quería ver la realidad”, comentó.
Mientras ocurría toda esa situación confusa, la cochería se estaba encargando de todo el procedimiento funerario y los preparativos para el velorio. “El martes llega toda la familia, va gente de Río Gallegos, vino familia de Chile, de todos lados. Pedimos que abran la sala vejatoria para ver esto y todos nos dimos cuenta que no era mi papá”, narró Javier.
Inmediatamente la decisión fue ir a la clínica a ver qué es lo que estaba ocurriendo, ya con la certeza de que la persona fallecida no era su papá. “Voy a reclamar a terapia intensiva y el enfermero o médico que estaba me decía que con los fármacos el cuerpo ene estado de reposo cambia su fisonomía”, recordó Javier y contó que en ese mismo momento “atrás había una familia totalmente conmocionada, porque le estaban avisando que su padre había fallecido”.
En este escenario, Javier continúo el relato: “Ahí el enfermero me vuelve a mirar y me pregunta quién es mi papá y dónde estaba internado. Le dije que, al fondo, ahí me dice que vaya y lo veo a mi padre. Estaba vivo y consciente. En un estado crítico, pero con vida. Él no entendía nada, pensaba que estaba llorando porque lo veía en el estado que se encuentra”.
Tras dar con la certeza de que su padre seguía vivo, Javier se dirigió directamente a la dirección de la Clínica.
“El director llamó primero al médico de guardia y a un par de enfermeros. Después me llamó a mí y lo que me dio como explicación es que fue un error de números. Me dijo: ‘te pido disculpas, puede pasar, pero quedate tranquilo que tu papá está vivo'”, manifestó.
Al respecto, Javier sostuvo que: “Hablar con una persona con ese estado de humanidad y empatía era innecesario. Salí directo a hablar con mis abogados y a hablar con la otra familia. Estaba enojado y triste, pero tenía que ser empático y fui a hablar con ellos para decirle donde estaba tu papá. Nosotros lo íbamos a cremar“.
A partir de ese momento, las dos familias empezaron las acciones legales correspondientes. “Ellos se terminan dando cuenta que le suministraron droga para neumonía, cuando su padre había ido por un drenaje pulmonar y no estaba tomando medicación”, detalló Javier.
“Hicimos la denuncia en la Comisaría Primera, se elevará a Fiscalía y de ahí seremos notificados y empezaremos un juicio por daños y perjuicios“, agregó el joven, quién además comentó que tienen la intención de sacar a su padre de la Clínica. “Lo que nos propuso el director fue que se estabilice para poderlo retirarlo de ahí y lo trasladarían a Río Gallegos”, concluyó