Naddeo: ”Hay fallos que indican que bajar la edad de punibilidad no es la solución al problema”

María Elena Naddeo, secretaria general de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos e integrante de la Red Argentina No Baja, habló en “Un Millón de Guanacos” por LaCienPuntoUno sobre el debate por la baja de edad de imputabilidad en el país.

“Desde que se puso en marcha la Convención sobre los Derechos del Niño y toda la reforma del sistema de protección de derechos aparece en determinados momentos el tema de bajar la edad de punibilidad como si fuera una solución a un problema muy serio, que es el de la marginalidad y el de la violencia social y la violencia que se vive en muchos barrios de nuestro territorio. Desde la década del 90 que ya hay fallos y numerosos textos que plantean que bajar la edad de punibilidad para los y las adolescentes no resuelve el tema del conflicto penal, que para estos hechos es necesaria una respuesta social y educativa“, comenzó.

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Y agregó: “La franja de adolescente es la más vulnerable, que si bien ya por su edad son responsables de muchos actos, en realidad han vivido situaciones dramáticas, ellos mismos se han criado en la violencia, en la marginalidad, en la pobreza, entonces la sociedad nunca les ha dado la oportunidad de tener un acceso a un cierto bienestar educativo y social, por eso es que imponer una pena que lo lleve a cadena perpetua o que lo lleve a 25 años de cárcel teniendo 15 o 14 nos parece un retroceso”.

“Las Naciones Unidas ha dicho que los estándares más altos deben ser mantenidos, que no hay que retroceder. Hay un principio que es el de no regresividad y hay otros muchos argumentos. Me parece que es importante este debate porque si se fuera a discutir la ley penal juvenil en el Congreso y se aprobara, habría que destinar partidas presupuestarias enormes para crear juzgados especializados en la justicia juvenil, además en crear centros especializados para los pibes menores de 16 años para no mandarlos a las cárceles comunes. En los institutos de menores y tradicionales que existen hay denuncias sobre situaciones de violencias y por faltas de recursos”, continuó.

Sobre la manera de resolver estos casos, opinó: “Volquemos los recursos escasos que tiene el Estado en generar programas destinados a ir a buscar a los pibes a sacarlos de la marginalidad, el abandono y los circuitos de delincuencia. Hay que ir a la búsqueda de estos chicos y chicas, que en un contexto como el nuestro cada vez van a ser más. Nos negamos a generar un debate que empiece por lo penal y que no vaya a lo social y educativo”.

 

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En relación a la ausencia de los padres en menores que cometen algún delito, expresó: “En general los pibes que ingresan a los institutos de menores vienen de historias de vida muy atravesadas por conflictividad familiar, se han ido en sus casas por malos tratos, por abuso. Muchas veces en los barrios los utilizan para robar o narcomenudeo. Los chicos es estos chicos vienen de una vida de privada de derechos y culparlos con una condena de largos años de reclusión no es el camino. Hay mucho por hacer antes de recurrir al Código Penal”.