A casi diez meses de la desaparición de Diego Barría: “Todo lo que se halló fue notoriamente plantado”

Diego Barría, de 32 años, desapareció misteriosamente la noche del 18 de febrero en Puerto Visser, Comodoro Rivadavia, y unas semanas después restos humanos con un tatuaje fueron hallados en el estómago de un cazón. El cuatriciclo apareció dañado en la costa y a unos metros estaba el casco partido.

El 25 de febrero, unos pescadores sacaron tres cazones y en las vísceras de uno de estos encontraron restos de piel con el mismo tatuaje de Barría. Aun así no está del todo claro aún si esos restos se corresponden con el joven, admitieron desde el entorno de la víctima.

“La causa no ha tenido movimiento”, dijo Bruma Pelicon, tía de Diego, esta mañana en LaCienPuntoUno.

“Nuestra idea al principio era dejar trabajar a la fiscalía y a la brigada de investigaciones, cuando nos dimos cuenta que no trabajaban sin prejuicios de que todo lo que se hizo al principio fue muy irregular. Ya a casi diez meses de la desaparición de Diego. Las cosas estuvieron a criterio de la familia, muy mal hechas, a destiempo. Hay una pobreza de recursos materiales para investigar estos casos como de humanos. Es muy deficiente la actuación de fiscalía. Hay excusas sin sentido. Se dejó pasar el tiempo”, remarcó Pelicon.

“No tengo dudas de que como todo lo que se halló fue notoriamente plantado”, disparó.

Un dato clave que trascendió es que el ADN cotejado con los padres de Barría no es concluyente -dijeron allegados a la víctima- lo que significa que no hay ninguna certeza científica de que esos restos sean los del joven a pesar del tatuaje. “Es todo muy turbio, muy sospechoso. Estamos cansados”, dijo.

“Las cosas que fueron encontrando aparecían con mucha distancia y a los días. Las pruebas estuvieron manipuladas”, puntualizó.