Comunicación Política Sin Métricas: ¡Veto, LCDTH!

Tengo un amigo que tiene un perro al que le puso Beto. Cada vez que Beto se manda una, mi amigo lo putea: Beto, ¡LCDTH! A Beto le importa muy poco, y repite la acción. Algo así vuelve a pasar en la política argentina de hoy.

miércoles, 6 de agosto de 2025 - 8:17

Por Pablo Riffo Torres

(@pabloestebanok)

No pocas veces la política argentina repite ciclos. Más de una vez, hemos visto la representación del poder político, quienes ostentan el poder delegado por el pueblo, ser expuestos ante la posibilidad de cambiar o de reforzar una postura.

Nuevamente, a poco menos de un año del veto al aumento al haber jubilatorio que fue sostenido gracias a 87 “héroes”, nuevamente los diputados y diputadas se ven en situación de acompañar la decisión del presidente Javier Milei de quitar este derecho, esta vez incluyendo también a las personas con discapacidad, cuya emergencia declarada por el Congreso Nacional también fue vetada.

En contexto de campaña electoral en marcha, con una interna dentro del Partido Justicialista en Chubut que dejó definida la candidatura de Juan Pablo Luque, y donde la historia vuelve a poner el foco sobre Ana Clara Romero quien pretende sostener su banca, no es menor el lugar histórico en el que se encuentran quienes ocupan hoy este lugar en el Congreso de la Nación.

Dos bancas en la Cámara Baja deja de parecer poco cuando un voto en contra de la insistencia, puede inclinar la balanza a favor del veto de Javier Milei, que necesita de los dos tercios de los presentes en la Cámara de Origen, que es justamente Diputados.

Dos bancas que hacen una diferencia ínfima, pero que puede significar la supervivencia del sector más agredido física, moral y humanamente por el gobierno nacional como es el de los jubilados y pensionados.

Y es que, miércoles a miércoles los jubilados y las jubiladas demostraron no tenerle miedo a la represión brutal que encarna Patricia Bullrich a los alrededores del Congreso contra quienes le demandan al gobierno una respuesta que les permita continuar con dignidad sus años de retiro.

Ni jubileo, ni pasividad. No hay forma de describir el desgarrador escenario cotidiano que atraviesan millones de argentinos y argentinas, muchos que sobreviven gracias al esfuerzo de sus hijos e hijas, también con un poder de consumo reducido y víctimas de la pérdida del poder adquisitivo que arrastra la gestión de Javier Milei, y de la cual nadie se salva.

Un escenario similar, en un contexto distinto, porque el factor electoral se encuentra a pocos meses de concretarse. Porque volvemos a ver las mismas caras desconocerse y traccionar discursos y promesas que no pudieron cumplir cuando el momento de levantar la mano había llegado.

Hay dos formas de ejercer el poder que ostenta un representante del pueblo. La primera, en favor de los intereses del propio pueblo que delega ese poder en un representante, en un diputado o en un senador, en un concejal, un diputado provincial.

La segunda, ocupando ese poder delegado para acompañar intereses que no son directamente los del pueblo cuya representatividad se ocupa dentro de los ámbitos legislativos.

Hay en la historia reciente de Chubut quienes jamás levantaron la mano a favor de los intereses del pueblo chubutense, muy por el contrario, han sido artífices del deterioro de la calidad de vida de millones de compatriotas en favor de intereses políticos o económicos de un sector minoritario pero poderoso.

Javier Milei lo demuestra constantemente, cada vez que puede les resta presión fiscal a los sectores más pudientes de la Argentina, y utiliza este tipo de gestos como el veto a la Emergencia en Discapacidad.

Un gesto que no es en favor del pueblo que lo eligió, es un gesto para los poderes concentrados como el Fondo Monetario Internacional, entre tantos otros, que siguen financiando un sistema que, eventualmente, va a terminar rompiéndose, con el único interés de sostener el control que se ejerce sobre nuestro país.

Cuando Milei habla en frente al Sociedad Rural y restringe ingresos a las arcas del gobierno mientras compromete el veto de aumento al haber jubilatorio ¿a quién le habla? Claramente, al pueblo que lo eligió, no.

Y ese gesto tiene un eco en el Congreso. Ya lo tuvo anteriormente, cuando el veto fue respaldado por los 87 héroes, y unas tantas ausencias y abstenciones que permitieron que ese sea el número del ganador.

Nuevamente la historia coloca a un puñado de compatriotas, que no son más que eso, argentinos y argentinas con una responsabilidad mayor que es, nada más ni nada menos, representar los intereses de las mayorías populares que los llevaron a ocupar ese lugar; en posición de decidir qué tipo de intereses defienden.

No es menor, cuando se vuelve a necesitar del voto del pueblo que confía en las promesas de campaña. El foco está puesto en Ana Clara Romero, quien termina su mandato este 2025 y que pretende continuar 4 años más en el Congreso de la Nación.

Ya sea por mandato del gobernador Ignacio Torres, o por convicción propia, Romero hace menos de un año había decidido ausentarse de la votación favoreciendo el número requerido para que el gobierno sostuviera el veto.

Las intromisiones en la interna peronista son una clara muestra de que el Gobierno Provincial, no puede darse el lujo de perder una mano de negociación como la de Ana Clara Romero dentro del Congreso.

Es quizás la forma en la que Torres puede jugar “de iguales” contra la gestión de Milei. Es la manera en la que se equilibran fuerzas, poniendo a disposición ese poder delegado, esa suma de voluntades y de fe en un proyecto político, utilizado a discreción, con perspectivas a ¿qué? ¿sostener un sistema de gobierno que se agrieta, pero que hasta ahora no demostró vocación de mejorar la calidad de vida de sus gobernados?

Lo concreto es que, hay formas de ejercer el poder y es muy claro qué proyecto político es, el día de hoy, el que busca garantizar una mejora en la calidad de vida de los sectores más vulnerados de la Argentina Libertaria,

¿Será suficiente la presión de la campaña para evitar hacer gestos al Gobierno Nacional, o volveremos a tener ausencias convenientes? El “riesgo kuka” ¿será suficiente para sumar voluntades a pesar del costo humano que se está pagando para sostener este modelo?

Hoy la responsabilidad política vuelve a ser humanitaria. El lado de la historia que se decida tomar es a favor o en contra de la vida, sin margen de discusión intermedia. Por suerte o por desgracia, la política en Argentina siempre da segundas oportunidades.

 

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