El Gobierno elimina la barrera sanitaria para el ingreso de carne con hueso a la Patagonia

El Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) publicó la Resolución 180/2025, mediante la cual se elimina la histórica prohibición de ingreso de carne con hueso a la Patagonia desde el resto del país.

martes, 18 de marzo de 2025 - 12:23

El Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) publicó la Resolución 180/2025, mediante la cual se elimina la histórica prohibición de ingreso de carne con hueso a la Patagonia desde el resto del país. La decisión, respaldada por el Gobierno nacional, busca adecuarse a las recomendaciones internacionales, aunque enfrenta un fuerte rechazo de productores y autoridades patagónicas que temen por el impacto sanitario y económico en la región.

Fin de una barrera histórica

La prohibición, vigente desde hace más de dos décadas, tenía como objetivo mantener a la Patagonia como una región libre de fiebre aftosa sin vacunación, un estatus sanitario clave para la exportación de productos cárnicos a mercados internacionales. Sin embargo, el Ejecutivo nacional argumenta que la flexibilización de los requisitos sanitarios no compromete la seguridad agropecuaria y permite mejorar el abastecimiento interno.

Desde el Gobierno, sostienen que la medida “está en línea con las recomendaciones de la Organización Mundial de Sanidad Animal (OMSA) y establece pautas sobre la maduración, empaque, procesamiento y transporte de carnes, así como requisitos sanitarios específicos para el material reproductivo”. Además, remarcan que el objetivo es “garantizar la sanidad del ganado y la inocuidad de los productos, sin afectar la comercialización o el abastecimiento interno, ni el mantenimiento de los mercados con otros países”.

Para autorizar el ingreso de carne con hueso a la Patagonia, la Resolución 180 del Senasa establece una serie de requisitos estrictos.

En primer lugar, la carne debe provenir exclusivamente de animales criados en zonas libres de fiebre aftosa con vacunación. Estos animales deben ser sacrificados en establecimientos habilitados por el Senasa, donde serán sometidos a rigurosos controles sanitarios tanto antes como después de la faena. Esto busca garantizar que los productos cárnicos cumplan con los estándares de sanidad requeridos para su comercialización.

Además, para reducir riesgos sanitarios, se establece la exclusión de determinadas partes del animal consideradas de riesgo. En el caso de los rumiantes, no podrán ingresar a la Patagonia la cabeza, la faringe, la lengua y los nódulos linfáticos asociados, ya que estas partes pueden ser vectores de enfermedades.

Otro de los aspectos clave en la normativa es el empaque y transporte de la carne. Todos los cortes, ya sean enfriados o congelados, deberán contar con un doble empaque, debidamente sellado y con rotulación individual de cada unidad. Esta exigencia busca evitar cualquier tipo de contaminación durante el traslado de la carne desde su lugar de origen hasta los puntos de comercialización en la región patagónica.

En cuanto a las menudencias comestibles, la resolución establece que deben estar correctamente identificadas y embaladas. Su presentación podrá ser individual o en block, y deberán mantenerse en estado refrigerado o congelado, según las especificaciones sanitarias.

Finalmente, la carne deberá someterse a un proceso de maduración que garantice su aptitud para el consumo. Para ello, las canales deben ser sometidas a una temperatura superior a 2°C durante al menos 24 horas posteriores al sacrificio. Además, el valor del pH deberá ser menor o igual a 5,9, medido electrónicamente en la mitad del músculo dorsal largo antes de su cuarteo y/o desposte. Este procedimiento es clave para asegurar la calidad y la inocuidad del producto final.

La decisión del Gobierno genera preocupación entre los productores y autoridades provinciales de la Patagonia, que advierten sobre el riesgo de perder el estatus de región libre de aftosa sin vacunación. Para los sectores rurales, este cambio podría afectar la competitividad de la ganadería patagónica y abrir la puerta a la competencia con carnes provenientes de otras provincias a menores costos.

Desde la industria de la cría y engorde de ganado en Chubut y otras provincias patagónicas, sostienen que esta medida puede generar un impacto negativo en la economía regional, ya que la barrera sanitaria funcionaba como una protección para la producción local. Además, temen que una flexibilización de los controles ponga en riesgo el reconocimiento internacional de la Patagonia como zona libre de aftosa sin vacunación, lo que afectaría las exportaciones.

Por otro lado, desde el Ejecutivo defienden la eliminación de la barrera sanitaria como una herramienta para reducir costos y mejorar la oferta de carne en la región, asegurando que se mantendrán los controles sanitarios necesarios para garantizar la calidad del producto.

Con posiciones enfrentadas entre el Gobierno nacional y los sectores productivos de la región, la implementación de la Resolución 180/2025 promete seguir generando controversia en los próximos meses.

 

Fuente: Noticias Argentinas

 

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