Fred Machado habló por primera vez después del escándalo: “El error de Espert fue negarme”

Su relación con Espert, a quien dice haber ayudado “por lástima”. Denuncia tortura” de los agentes estadounidenses.

martes, 7 de octubre de 2025 - 9:45

 “No soy narco, soy un tipo que se equivocó”. Así arranca Fred Machado su relato. Su voz suena entre la bronca y el cansancio. “Me convirtieron en radiactivo”, insiste, convencido de que lo usaron para tapar una red más grande que mezcla aviones, dinero, política y justicia internacional.

En una entrevista del periodista Ariel Festa, de la Agencia Noticias Argentinas, Machado dijo que está cansado de escuchar disparates. Quiere dejar las cosas claras: “Yo no fumé en mi vida, no tomé. Ya está. Apoyé a Espert, el tipo me negó… ¿qué querés que le haga?”.

“Hicieron un personaje que no existe”

En la charla, Machado dispara sin pausa. “Hicieron un personaje que no existe, y eso aceleró mi causa. Es una locura.”

Su relato mezcla impotencia y desilusión. “Todo esto se volvió una bola de nieve que me afecta a mí. No es culpa mía que Espert me haya negado. Es un error, porque no fue un apoyo oculto ni millonario. Le presté un avión de un amigo, lo ayudé con unos mangos”.

El contrato con Espert: “Lo hice por lástima”

La historia con José Luis Espert, el diputado liberal al que dice haber ayudado en sus inicios, sigue siendo uno de los puntos más explosivos.

“Él no miente cuando dice que hubo un contrato, lo hice en el 2019, es más de 200 mil dólares. Lo contraté como para darle una mano. La transferencia se hizo desde Aircraft Guarantly pero en 2020. Después vino la pandemia. Me llamó y me dijo: “vamos a retomar lo del trabajo este”, y yo ya estaba con este problema porque empieza en septiembre del 2020. El tipo me dio lástima; no era el Espert de ahora, el de ‘cárcel o bala’. En ese momento me pareció un tipo macanudo, con una causa noble”.

Machado niega haber financiado campañas millonarias. “No fueron millones. Hablan muchas tonterías. Lo ayudé con un contrato, con logística y algunos gastos. Nada más.”

El error de Espert fue negarme

El capítulo argentino vuelve una y otra vez. Machado habla de traición. “El error de Espert fue negarme. Porque se iba a saber. Hay fotos, hay testigos. No era un secreto. Si hubiera dicho ‘sí, lo conocí, me ayudó y después se metió en un lío’, nadie lo hubiera crucificado. Pero prefirió negarlo”.

Y agrega, con un dejo de decepción: “Cuando lo conocí, estaba presentando su primer libro. Yo le dije, ¿cómo te puedo ayudar? Me dijo que necesitaba moverse. Le alquilé un avión. Voló dos veces conmigo. En política es plata, le dije, y él lo sabía”.

“A Viedma fuimos en mi avión y luego creo que fuimos a Catamarca. Él voló dos veces en ese avión. Además, él volaba en otro avión que le habia puesto, que tampoco era para la campaña, era mas que nada para la presentación del libro. Ese avion lo ha tenido 3 o 4 meses. Yo no estaba en Argentina, estaba en Estados Unidos, lo vi 3 o 4 veces y cada vez que lo veia era muy bizarro. Tenía a Nazareno, a Clarita, después nada no tenia nada más. Despues vino Dick Morris, y ahi apareció Rosales”

La camioneta Jeep prestada a Espert en 2019

Respecto de la camioneta que, según se dijo, habría sufrido un ataque, Machado aclara: “Esa camioneta era de un primo mío (en referencia a Claudio Ciccarelli, dueño de la camioneta negra blindada [la Jeep Grand Cherokee que Espert utilizó en 2019 para los traslados de la campaña presidencial]. No fue un atentado. No fue un tiro. Pasó por la Villa 31 y le metieron dos piedrazos”, en referencia a un episodio que buscó despejar.

Cerca del final, Machado vuelve sobre el núcleo de su defensa y el método que —según él— lo cercó. “No soy narco”, repite, y encadena la escena que más lo obsesiona: “Esto fue una película de los Coen Brothers, todo absurdo”. Habla de “cinco meses de tortura”, de agentes que lo empujaban a señalar a terceros —“yo no iba a hacer eso”— y de una contabilidad mucho más chica que la que mostraron los titulares: “Eran siete u ocho inversores… no dos mil”. En su lectura, la maquinaria judicial norteamericana hace y deshace: “En Estados Unidos te pueden meter 30 años preso y después te dicen ‘nos equivocamos’”.

Entre las cosas que dice extrañar, Machado menciona a su perro, un mastín que —según cuenta— murió a los tres años. ‘Ese perro me hablaba en los sueños’, confiesa. ‘Por eso quise conocer a Milei, porque me encantan los perros, pero Espert se me rió: “¿vos dormís con los perros también?”, me dijo como burlándose.

El capítulo político le deja el trago más amargo. “El error de Espert fue negarme”, dice, mientras enumera fotos, vuelos y testigos. “No me defendió nadie… todo el mundo me soltó la mano.” Hoy se define “en mi casa, aislado”, y lanza la frase de Maradona que eligió como sello de su historia: “Me cortaron las piernas”. Después, una última línea, casi sin aire, que condensa todo su alegato: “Me convirtieron en radiactivo”.

 

Fuente: Noticias Argentinas

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