“Se me acercaron unos pumas, me rodearon el camión y por suerte no me atacaron”, expresó César Montenegro en LaCienPuntoUno.
jueves, 28 de julio de 2022 - 10:52El comodorense César Eduardo Montenegro sufrió un accidente con su vehículo de trabajo y quedó quince horas con el dedo pulgar de la mano derecha debajo de una de las ruedas. El camionero de la empresa Vesprini Transcont, a quien denuncia por abandono, vivió más de 24 horas de terror en Santa Cruz.
En una entrevista con el programa NosSobranLosMotivos de LaCienPuntoUno, el trabajador contó detalles escalofriantes de lo vivido en la ruta camino a la mina donde trabaja.
“Estoy en casa y esperando hacer un tratamiento, después del accidente me quedo muy hinchada la mano. Trabajo para Vesprini y tenía que dejar materiales, me patinó el camión, puse el freno de mano y cuando me bajé a ver la calza, saltó el bloqueo y me agarró el pulgar y el índice y a medida que pasaba la hora me agarró toda la mano”, explicó.
“Fue a las 10 horas de la noche del viernes y salí el sábado a las 13 de la tarde. Fue una pelea con querer vivir, yo sabia que no iba a ir gente, es un camino inhóspito, estaba a 13 kilómetros de la mina. Pasaba la hora y veía que no llegaba nadie, para completar la historia de terror, se me acercaron unos pumas, me rodearon el camión y por suerte no me atacaron”, agregó.
Montenegro detalló que “a lo último, con una lapicera pinche la cubierta y la desinflé para poder sacar la mano, no me quebré ni me corté el brazo pero pasó el camión arriba mío. Con la hipotermia no sentía los brazos, las piernas, me estaba dando sueño. Fue pelear para no irme. Lo único que quería era salir, volver a mi casa con mi familia”.
“El camión estuvo con las luces prendidas hasta que se le gastó la batería. Cerca de las seis de la mañana se cortaron las luces y se me fue la esperanza que alguien las vea y me vaya a ayudar. Cuando me volví a subir al camión lo único que quería era calor. Llegue a encontrar un dueño de campo y estaba sorprendido por mi situación, él fue a avisar a la minera y mandaron los rescatistas”, describió.
Y contó algo extremo que le pasó por la cabeza: “Pensé en cortarme el dedo para poder salir, era demasiado el dolor, el frío. Pensé en cortarme el dedo pulgar”.
Montenegro ahora está enfocado en el tema de la recuperación y tratamiento: “Aún no pude empezar a tratarlo debido a la inflamación que tengo en la mano, todavía no me hicieron un estudio”.