Recientemente, la consultora Orlando Ferreres calculó que la actividad económica se contrajo un 1,2% mensual en marzo y que la industria representó la principal incidencia negativa. La entidad subrayó que la caída estuvo relacionada con el contexto de incertidumbre que primó durante marzo y los primeros días de abril en el plano local y el internacional, pero hacia adelante ven una situación “más ordenada”.
Ante la consulta de Ámbito, el director de Planificación Productiva de Fundar, Daniel Schteingart, aseguró que marzo fue un “muy mal mes” para la industria y que la aceleración de la inflación (desde un 2,4% a un 3,7%) “posiblemente haya generado una caída del consumo”. Además, remarcó la relevancia de la mayor participación de las importaciones sobre el total de productos industriales, en el contexto de apertura comercial y apreciación del tipo de cambio.
Si bien en el acumulado del primer trimestre la industria produjo más que en el mismo período de 2024, la comparación con 2023 dio una fuerte contracción de casi 10%. Schteingart subrayó tres factores que explicaron este derrumbe.
En primer lugar, destacó la apertura comercial, ya que, mientras la demanda interna se mantuvo casi estable, la oferta nacional perdió terreno frente a la llegada de artículos importados más baratos.