El exrugbier condenado a perpetua por el crimen de Fernando Báez Sosa habló por primera vez del caso que conmocionó al país.
martes, 28 de mayo de 2024 - 8:40Máximo Thomsen habló por primera vez desde la cárcel más de un año después de haber sido condenado a cadena perpetua por el crimen de Fernándo Báez Sosa y a cuatro años del asesinato.
En, Telenoche transmite en exclusiva por eltrece, el rugbier habló de todo. Lejos de mostrarse esquivo a responder preguntas, Thomsen contó cómo era su vida en Zárate antes del crimen, dio detalles de las peleas en las que participaba cuando salía a bailar con amigos y hasta relató cómo se organizó el viaje a Villa Gesell.
No, no. Es una palabra muy fuerte que yo la vi muchas veces en todos lados y pensar que te están comparando con gente que mata por matar, que después los ves acá adentro que cae gente así, que lo cuenta como algo normal y se va a los dos o tres años y a mí me nombran de la misma manera y yo no quería que pasara esto. Es como dije el primer día que me atendieron las asistentes sociales en Dolores, que me preguntaron ‘¿si pudieras hacer algo, qué harías?’ y volver el tiempo atrás para que nadie tenga que perder una vida, nada más. Es lo único que quisiera.
Me enteré al otro día, cuando nos hicieron el allanamiento, que nos empezaron a tirar al piso y nos decían ‘¿ustedes saben por qué estamos haciendo esto?’ y le decíamos ‘no, no, ni idea, ni idea’ y ahí es donde nos dicen.
En mi cabeza empecé a tomar conciencia cuando me dormí en la comisaría esa noche, porque yo sentía que estaba viviendo una pesadilla.
No, jamás.
No, no, jamás se me hubiese ocurrido por la cabeza.
Yo estuve ahí, sí participé, le pegué, pero nunca quise que terminara así. Es difícil porque también es un cargo de conciencia importante, porque cuando uno no lo busca, no se la espera y no espera estas consecuencias…pensar que es una persona igual que nosotros, con las mismas ideas, joven y cargar con la conciencia de que fue por culpa de nosotros, mía también, de todos, pero nadie lo quiso así, estoy seguro, ni yo, ni mis amigos, nadie quiso que esto pasara.
Es algo que jamás en la cabeza se nos puede cruzar. Podemos ser buenas o malas personas, pero sé que ninguno de nosotros quiso que esto pasara, que esto terminara como terminó, pero no por estar acá adentro y ni por nada de eso, sino porque es una vida y nadie es quién para quitarle la vida a otra persona.
Sinceramente no recuerdo mucho. Pero me acuerdo que entré pateando. Cuando vi en el juicio que estaba mi zapatilla, dije ‘sí, es mía’, porque yo nunca me quiero esconder de lo que pasó, pero realmente quiero que si somos culpables de algo, que nos culpen por lo que pasó, no por algo que dicen que pasó.
No. Nosotros representábamos una pelea, como diciendo ‘uh, yo le pegué a este’, nadie se representó el resultado, eso yo creo que jamás estuvo en la idea de ninguno.
Yo personalmente me fui serio pero porque estaba enojado porque habíamos estado 20 minutos en el boliche. Nosotros salimos para divertirnos, no para para pelearnos.
No, yo no fui. Fue Ciro Pertossi pero eso se comprobó que esa patada no se da, no llega a impactar. Pero siempre dijeron que esa persona fui yo y yo claramente no era.
No, no pasó, yo solo me acuerdo que entré a tirar patada, no tenía noción de lo que estaba haciendo. Sí sabía que me estaba metiendo en una pelea, en mi cabeza solo pasaba eso.
Enzo Comelli. Porque era el que le había pegado a Matías. Le pegó y yo fui atrás a meterme en el grupo de personas. Yo me acuerdo que siento que me pegan una piña en el mentón y empiezo a tirar patadas al aire.
Después me enteré que yo sí le había pegado a Fernando. Es algo que pasó y yo no me voy a esconder de algo que pasó. Desde el primer día quise contar todo, pero a mí no me dieron nunca una oportunidad de poder contar lo que había pasado.
Siempre nos decían que no, porque podía ser contraproducente o que podían usarlo en nuestra contra y yo no lo veía así. Yo lo veía de otra mirada, yo quería contar que sí, que había sido partícipe pero que no había tenido ningún tipo de intención de que pasara eso.
No, pero también dijeron muchas cosas al principio que después en el juicio dijeron otras.
Después me enteré que había sido Fernando.
No, no, porque inmediatamente después de que se terminan de pelear, me dicen ‘ya fue, vamos’, y yo me doy vuelta y atino a cruzar para la calle. Y cuando estoy cruzando, escucho que había uno que le había pegado, que le estaba haciendo como burla, no sé qué le estaba haciendo, y dice ‘sí, es ese’, y ahí veo que van corriendo. Veo a un amigo metiéndose en una ronda de 8 personas. Yo me metí.
Sí, con otro grupo de pibes que estaban ahí. Se pelean, queda ahí y se van. Se agarran a piñas. Sí.
Los de seguridad. Ahí es donde yo me quedo en la puerta, me quedo insultando a los seguridad porque me habían sacado y yo no me quería ir. Y en ese momento surge una pelea atrás mío.
Yo en ese momento no pude hablar nada porque a mí cuando me sacan, me estaban asfixiando, y ahí yo cuando estoy pasando por la puerta siento que me pegan dos piñas en la costilla y una en la cabeza.
No, si yo nunca tuve ni contacto visual con Fernando.
No, eso no es un gesto, sino que cuando me agarran, yo me quiero sacar el brazo.
No, pero a mí me pusieron como que yo me peleé dentro del boliche y yo nunca me peleé dentro del boliche.
Sí. Después me enteré que era porque Matías estaba separando a él con otra persona que nunca supe quién era. No me enteré, no lo vi. Lo estaba separando y cuando le puso la mano en el pecho, se ve que se sintió amenazado y le pegó una piña en la frente.
En ese momento yo no sabía, desconocía. Después me enteré que había sido Fernando el que le había pegado a él.
Sí y ahí le digo ‘¿qué te pasó?’. ‘Me pegaron’, dice, y ahí al toque lo agarró un seguridad y lo agarra del cuello y lo levanta y yo le digo ‘por favor, bájalo que lo vas a matar’ y me dice ‘¿qué, sos el amigo?’ yo le digo, ‘sí, sí es mi amigo’ y dice ‘bueno, sáquenlo él también’.
Yo eso me lo acuerdo bien. Yo estaba agarrado de la barra. Estaba de espaldas a la pista y siento, ya no era un choque, sino que alguien se me había caído encima y cuando me doy vuelta era Matías que se estaba agarrando la cara y yo me di vuelta sorprendido y le digo ‘¿qué te pasó?’ y me dicen ‘me pegaron’.
Sí, sí, porque de la botella no habrá quedado mucho. Fernet, tomaba mucho fernet y ahí cuando compro las entradas, creo que mandé un mensaje al grupo y les puse ‘ya tengo las entradas’.
Fui a la casa, llegué con las entradas, habíamos hecho fideos con tuco y nos pusimos a comer mientras organizamos porque ya estaban hablando con otras chicas de Zárate que estaban en una casa donde había muchos grupos de jóvenes que tenían un patio en común y habían organizado entre todos una previa.
Habíamos llevado creo que una caja de fernet y cuatro botellas de smirnoff con hielo. Eramos 10.
Tomamos mucho en la playa. Desde tipo 15 que habíamos llegado y me acuerdo que a las 19 decidimos cortar porque teníamos que comprar las entradas.
Todo pasó la segunda noche que estábamos ahí. La primera nos habíamos juntado con un grupo de chicas de Zárate y cuando quisimos salir no pudimos porque estaba todo muy colapsado en Gesell, solo pasaban los que tenían anticipada, entonces nos quedamos en la casa con ese grupo y bueno a las 5 o 6 nos habíamos ido a dormir, nos habíamos emborrachado, pero nos quedamos ahí. Al otro día nos levantamos tarde.
Nos levantamos como a las dos creo que era y dijimos bueno, vamos a activar de temprano porque sino, nos va a pasar lo mismo y comimos creo que unos panchos en un local que había en la esquina a dos cuadras y preparamos la heladerita y nos fuimos a la playa del centro que es donde se juntaba toda la multitud de pibes a tomar.
Nosotros ya habíamos ido 2 años a distintas casas y siempre íbamos, era tomar a la tarde y a la noche salir. Ese era el plan inicial. íbamos y nos divertíamos. Tomar alcohol en la playa y después hacer la previa y salir.
Sí, sí, cuando salía sí, porque sino, no me gustaba salir. Sino me iba a un bar a tomar algo tranquilo, pero para salir era como que en ese momento mi necesidad era tomar algo para poder soltarme.
Yo no consumo drogas pero sí tomaba mucho alcohol, no era de hacerlo seguido, pero cuando lo hacía, lo hacía en exceso, y era en ese momento mi manera de divertirme.
Hoy no lo comparto, no veo que sea algo que me tendría que llenar, pero en ese momento lo veía así, para divertirme tenía que salir y tomar alcohol.
No, eso fue por una cuestión de organización.
Siempre éramos dos de los chicos los que organizábamos porque los otros eran muy colgados. O sea, me confiaban mucho la plata o en la organización, porque yo estaba siempre atrás para para juntar.
No, no, nunca. O sea, nunca lo tuve ni siquiera presente. Yo capaz que veía las peleas esas que había con baldosas y eso sí era chocante, era llamativo, porque uno cree que necesita algo para terminar con la vida de alguien y uno no siente que con las manos, con el cuerpo, se puede llegar a cierto extremo. No, no es algo que tuve presente en algún momento.
Sí, pasaba que en Zárate salías al boliche y era muy normal a la salida que haya dos o tres peleas seguro, con baldosas, botellas, cuchillos, armas, era una cuestión difícil. Me he peleado sí, y no es algo de lo que estoy orgulloso y es algo que traté con un psicólogo, no es lindo pero es lo que pasa hoy en día.
En ese momento uno piensa, o aprendés o te van a pasar por arriba. Sí, tuve peleas, sí.
No, particularmente con el grupo que fuimos a Gesell, era un grupo que teníamos solo para irnos de vacaciones porque era ocasional. Yo tengo muchos grupos de amigos que me he hecho siempre con los del colegio y los de la facultad y con este grupo en particular nos íbamos de vacaciones, teníamos un grupo que era para organizar las vacaciones.
No, no, jugué ocho años al rugby y nunca tuve ni una tarjeta amarilla. La violencia en el rugby es cero, tiene muchos valores hermosos, es todo lo opuesto, esto no tiene nada que ver con el rugby, es una cuestión social, que uno sale a la calle y hay violencia, y la violencia siempre trae más violencia.
Hacía riegos. Mi día a día era ir a cursar y me gustaba mucho la educación física, porque siempre lo que más me gustó en el colegio era el horario de educación física.
Yo jugaba rugby en el Club Atlético San Isidro.
Yo hice la escuela en Zárate. Jugaba al rugby y entrenaba dos veces por semana. Había arrancado la facultad, el profesorado de educación física, al que iba a todos los días a la mañana de lunes a viernes.
A la tarde los martes y los jueves viajaba a entrenar en colectivo y también en el verano era mi momento donde yo no entrenaba y no cursaba, y aprovechaba para trabajar con mi papá.