PAULO MANTELLO: DE ESTAR DETENIDO EN UN CORRAL DE OVEJAS EN MALVINAS A COMPETIR EN CUATRO MUNDIALES DE ATLETISMO

En 1981, Paulo Mario Mantello logró el record provincial de Decatlónen Mar del Plata y se proyectaba en el atletismo nacional. Pero el 2 de abril de 1982, se inició la guerra de Malvinas o conflicto del Atlántico Sur y su vida, como la de muchos argentinos, cambió para siempre.

viernes, 1 de abril de 2022 - 12:01

Por Nicolás Mulet

 

El combate armado entre Argentina y el Reino Unido, en el cual se disputó la soberanía de las Islas Malvinas, Georgias del Sur y Sandwich del Sur, ubicadas en el Atlántico Sur, concluyó el 14 de junio de 1982 con la rendición de nuestro país y provocó la muerte de 649 soldados argentinos, 255 británicos y 3 civiles isleños.

Mantello participaba en el conflicto bélico como meteorólogo, era suboficial auxiliar de la Fuerza Aérea Argentina, pero insistió tanto a su jefe que terminó combatiendo en Prado del Ganso. “Me preparé para participar de la guerra”, remarca y dice que la preparación física del atletismo lo ayudó a salvar varias vidas en pleno combate. Fue soldado voluntario y a raíz de eso tiene su frase de cabecera: “No hay nada más fuerte que un soldado voluntario”.

 

Paulo Mantello sufrió heridas que le ocasionaron una discapacidad. Y sostiene que, entre la guerra y el deporte, ya afrontó 21 cirugías.

Una vez que culminó la guerra y nuevamente instalado en Comodoro, intentó volver a la competencia, pero, como él mismo afirma, “fracasó” en su regreso. Es que su cuerpo no era el mismo, las secuelas del combate habían hecho mella y tuvo que abandonar la práctica deportiva.

Sin embargo, algunos padres lo fueron a buscar para que entrenara a sus hijos, aceptó y eso hizo girar su decisión: “Los alumnos me hicieron volver a la actividad, me volvieron a volcar al deporte”, asegura.

 

“Empecé a competir en veteranos y participé de cuatro mundiales, en uno salí en el cuarto puesto y en otro en el quinto lugar. El tema de la guerra me lo hizo superar el deporte”, afirma Mantello.

En el año 76, Mantello llegó a Comodoro Rivadavia desde San Juan y ya se siente un comodorense más, tiene hijos y nietos de acá. Actualmente es el presidente de la Federación de Atletismo del Chubut, constantemente está en la organización de torneos en la ciudad y en la provincia, y sigue entrenando a jóvenes atletas.

“Mis objetivos siempre fueron que los chicos lleguen a los campeonatos argentinos”, remarca. Tal es así que, su hijo Taiel, a quien entrena, es una de las principales promesas del atletismo argentino, compite a nivel nacional e internacional.

Paulo Mantello también escribió el libro “Malvinas, mi historia”, en donde cuenta su vivencias en las islas. Al ser consultado si cuenta con una foto para ilustrar este artículo, contesta que le robaron las fotos los ingleses cuando lo tomaron de prisionero y que solo tiene una que le pasó un compañero: “El de bigote sin gorra soy yo. Ahí estoy prisionero dentro de un corral de ovejas”.

 

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