Liebman: ”En principio la ley de Cannabis está incompleta porque dejó sin reglamentar el lugar de las PyMEs”

Piero Liebman, director del estudio jurídico Liebman & asociados, especializado en las regulaciones sobre cáñamo y cannabis, pasó por los micrófonos de “El Faro Ilumina” por LaCienPuntoUno para hablar sobre la reglamentación de la ley 27.669 para la producción industrial de cannabis en Argentina.

En primer lugar, contó cómo recibió esta ley: “Muy a la expectativa de todo lo que va a generar esta reglamentación para la industria del cannabis en la Argentina, algo que estábamos esperando desde mayo del 2022 y que generó ansiedad en la industria del cannabis y cáñamo. Se puede mejorar la ley, hay que ver cómo opera en la práctica. En principio está incompleta porque dejó sin reglamentar el lugar de las PyMEs y es algo que va a haber que seguir de cerca porque los que formamos parte de la industria del cannabis buscamos que los que vienen cultivando y trabajando pese a la persecución del Estado tengan su lugar y puedan ser reconocido como trabajadores“.

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Y detalló sobre la reglamentación: “Aquellos que tenga hasta el 1% de THC va a ser considerado cáñamo y se va a tramitar a través de autorizaciones de fácil acceso. Lo que tenga más de 1% de THC se va a considerar cannabis y va a ser a través de licencias de más difícil acceso, pero que va a ser posible. Lo que nos deja de importante esta reglamentación es que se va a poder utilizar toda la planta con distintas autorizaciones, aún no sabemos dónde va a estar la ventanilla para las autorizaciones”.

“La ley nos da que las licencias van a ser otorgadas a estas grandes empresas y grandes laboratorios y lo que dice la ley que las asociaciones civiles que se fueron conformando van a poder acceder a un proceso de reconversión para transformarse en estructuras comerciales, todavía no está determinado ese proceso de reconversión y es el sabor amargo que nos deja esta reglamentación“, continuó.

Consultado sobre los controles, expresó: “La normativa en ese sentido es de avanzada y deja en cabeza de los médicos quienes pueden tener acceso al cannabis medicinal y quienes no. Son los médicos los que de a poco se van formando y capacitando y pueden decir cómo acceder al cannabis y cómo interactúa con otros medicamentos para que haya un consumo seguro y cuidado que era algo que se perdía en el régimen de ilegalidad que injustamente el Estado tenía al cannabis”.

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Con respecto a la formación que reciben los profesionales, dijo: “Las universidades cada vez más empiezan a incorporar cátedras o posgrados que hablan del cannabis en distintos rubros, porque puede ser en la facultad de economía, de medicina y de abogacía. Nos falta dar el paso final de que se incorpore a las curriculas públicas, hasta que no tengamos la materia cannabis es posible que coexistan los prejuicios que se vienen forjando“.

Por último, se refirió a la regulación de los clubes cannábicos: “Las asociaciones civiles se crean a partir de lo que dice la ley del REPROCANN, que reafirma el lugar de las asociaciones civiles porque reconoce su capacidad de cultivo y abastecimiento. Esta normativa nos dice que van a poder entrar en un proceso de reconversión para comercializar y las que no se van a mantener como asociaciones civiles que van a tener que hacer estructuras de abastecimientos solidario. Tenemos permitidas las asociaciones civiles, después homologando modelos de otros países aquellos que las conforman le pueden poner el nombre de clubes, pero no es que existan como estructura formal”.

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