El secuestrador es oriundo de Misiones y aceptó ser condenado como coautor de “trata de personas con fines de explotación sexual, bajo la modalidad de traslado y acogimiento (respecto a una víctima) y ofrecimiento (respecto a otra muchacha)”. Cumplirá la pena en su domicilio en san Pedro por tener que cuidar a un adolescente.
sábado, 5 de febrero de 2022 - 5:37Un hombre llamado Néstor Dos Santos fue condenado en Santa Cruz por trasladar y engañar jóvenes desde Misiones con la promesa de darles trabajo, pero en realidad eran prostituidas en un bar llamado “El Vencedor”, en Río Gallegos.
El implicado es un misionero de 49 años, oriundo de San Pedro, que fue condenado a la pena de 4 años de prisión al ser declarado “coautor” de los delitos de “trata de personas con fines de explotación sexual, bajo la modalidad de traslado y acogimiento (respecto a una víctima) y ofrecimiento (respecto a otra muchacha)”.
En su resolución, firmada el viernes 4 de febrero, el Tribunal, en coincidencia con lo planteado por la Fiscalía, dispuso que el condenado cumpla su condena bajo la modalidad de prisión domiciliaria en un domicilio de San Pedro, en virtud de que se encuentra a cargo de un adolescente que es hijo de su pareja, acusada en la misma causa pero ya fallecida.
El hecho forma parte de una investigación iniciada en el 2014, a raíz de una denuncia que alertaba de una joven que vivía en condiciones precarias, y que fue traída a la ciudad para trabajar como niñera, pero terminó siendo explotada sexualmente, según informó La Opinión Austral.
Al ser entrevistada, la muchacha relató que Dos Santos le había ofrecido un trabajo como niñera en la capital de Santa Cruz, donde iba a cobrar 10 mil pesos mensuales e incluso le aseguró un viaje sin gastos, ya que iban ir desde San Pedro hasta el sur en la camioneta del hombre.
Una vez en Río Gallegos, la joven misionera quedó alojada en la casa de Dos Santos y su pareja, Iracema De Olivera, más conocida como Graciela. Para la Justicia esto fue otro motivo de seducción ya que le ofrecían alojamiento y protección.
Sin embargo, al poco tiempo las verdaderas intenciones de la pareja captadora quedó expuesta. A la joven le dijeron que no tenían el dinero acordado y que debía comenzar a prostituirse en un local nocturno para poder devolverle los gastos del traslado y de su estadía en el lugar.
Al momento de evaluar los montos de las penas, los funcionarios judiciales tuvieron en cuenta la falta de antecedentes en los implicados como atenuantes y en el caso de Dos Santos pesó la situación del adolescente que tiene a su guarda para poder ser beneficiado con la prisión domiciliara en San Pedro.
Sin embargo, el hombre tiene prohibido consumir estupefacientes o alcohol y salir de su casa. Además, deberá usar una tobillera electrónica y recibirá visitas sorpresivas de la PFA para controlar que el hombre esté cumpliendo su condena.