La dueña de la Churrería de Funes relató el boom que significó tener a Messi como cliente. ”No pensábamos hacer un negocio con esto”, agregó.
sábado, 11 de noviembre de 2023 - 3:26Sofía Snaidero, dueña de la Churrería de Funes, conversó con “El Faro Ilumina” por LaCienPuntoUno sobre lo que significó que Lionel Messi le compre churros en su local y que le permitiera soñar con abrir una sucursal en Miami, Estados Unidos.
En primer lugar, contó qué pasó después de tener de cliente a Messi: “Nos cambió completamente la vida, fue un vuelco. No hubo retroceso, es increíble todo lo que causó y sigue causando. Nosotros estamos a unos 14 kilómetros de Rosario, donde están los country y las casas donde descansas Messi”.
Y relató cómo se dio la venta: “Antonela hizo el pedido, nosotros ya le mandábamos de regalo antes. Este invierno fue muy lluvioso y trabajamos muchísimo, me olvidé que estaban y no les envié y fueron ellos los que hicieron el pedido de dos docenas de dulce de leche, una de crema pastelera y media de Nutella“.
“El cadete le manda un audio después de entregar el pedido a su mamá, que sale el hijo de Leo y lo ve pasar por atrás. Llama a la mamá contando la situación, lo publico en mi Instagram personal para contarle a mis seguidores y cuando pasó eso sentimos que logramos que les llegaron a Leo, no pensábamos hacer un negocio con esto“, agregó.
Con respecto a la receta, comentó: “Nosotros no freímos en grasa animal, no tiene huevos ni grasa animal. Es un churro liviano y no te cae pesado si comes tres o cuatro. Es un producto bien logrado, 100% natural cambiando el aceite muy seguido, que es de semilla y lo traemos importado”.
Sobre el antes y el después de la compra de Messi, explicó: “En la churrería siempre fuimos tres y teníamos otros tres que eran los que venían feriados o fines de semana de mucho trabajo. Esto fue el 19 de junio y al otro día era feriado, fue muy diferente porque tuvimos que cerrar a las seis de la tarde porque nos quedamos sin harina. Desde ese feriado no paramos más y las tres personas esas se quedaron fijas. A los días tuve que salir a buscar a alguien que atienda el teléfono y otra persona para que envuelva los pedidos. El lunes nos llaman de Rosario para contratarnos para poner un food truck con otros cinco empleados, después nos contrataron eventos privados, terminamos siendo 25 personas. Ahora abrimos una cafetería”.
Por último, se refirió a la sucursal en Miami: “Son inversores, nosotros nos vamos a quedar acá. Vamos a enseñar porque para poner una franquicia el dueño tiene que trabajar y entender todo para enseñarle a sus empleados, tenes que tenerla muy clara”.