Sebastián Barros: ”No se puede gobernar a través de esa agresión que aparentemente es legítima en las redes sociales”

El docente de la UNPSJB de Comodoro Rivadavia se refirió a la violenta respuesta que dio Javier Milei a la multitudinaria marcha universitaria en defensa de la educación pública. ”El problema es que eso a la larga no termine abriendo espacios de violencia que va más allá de la violencia en las redes sociales”, agregó.

sábado, 27 de abril de 2024 - 6:03

Sebastián Barros, politólogo, investigador del CONICET y docente de la Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco de Comodoro Rivadavia, visitó los estudios de LaCienPuntoUno para hablar en “El Quirófano” sobre lo que fue la Marcha Federal Universitaria en defensa de la educación pública ante el desfinanciamiento que está realizando el gobierno de Javier Milei.

En primer lugar, realizó un balance de lo que fue la histórica marcha en Comodoro y todo el país. “Fue muy importante el nivel de movilización nacional, incluso del nivel local. Fue una movilización importante con sectores que, si bien son heterogéneos, como sindicatos, docencia, no docencia de la universidad, me parece que la defensa de lo público en general y más específicamente de la idea de educación pública quedó claro que es un valor para la sociedad argentina que moviliza y que es uno de los pocos valores que está movilizando últimamente de manera más fuerte. Para quienes defendemos la educación pública obviamente eso es muy positivo, va a haber para otras personas que eso debe haber sido muy negativo”, dijo.

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Consultado sobre si se pudo llegó al objetivo de evitar el desfinanciamiento de la educación pública, señaló: “No sé si en el corto plazo se logró los objetivos que se pretendían, he escuchado hablar de los aumentos y esos 70 por ciento el problema, la realidad es que se enviaron partidas de presupuesto de financiamiento, un 7% del total y el dinero que se dio a los hospitales públicos es el 1% del total de ese aumento, o sea que contra ese proceso inflacionario en realidad los aumentos son importantes porque siempre ayudan, pero la verdad que no solucionan el problema de fondo que es precisamente ese desmantelamiento de lo público que se pretende desde el gobierno nacional”.

“Hay distintas formas de estabilizar variables económicas, la que está llevando adelante el gobierno no es la única y hay todos unos presupuestos políticos detrás de esa forma de equilibrar las cuentas públicas que juegan de manera muy importante. El desmantelamiento de lo público, la estabilización macroeconómica disminuyendo la participación del Estado en la economía, van de la mano, entonces si visibilizar nuevamente un discurso que en Argentina es muy viejo que no tiene nada de novedoso sobre que el problema de Argentina es doble y eso está muy claro y lo pone muy bien en palabras Alfredo Martínez de Oz en un libro donde el discurso liberal conservador argentino plantea que el problema de nuestro país por un lado es el sobredimensionamiento del rol estatal y por otro lado la movilización política de las masas que le impide avanzar con algunas transformaciones”, continuó.

Y añadió: “Lo que viene a proponer el discurso liberal conservador es precisamente detener esos dos procesos, disminuir la intervención del Estado en ciertas relaciones y por otro lado tender a desarmar ese frente que se llamó en Argentina en general, nacional y popular que incluía diversos partidos, desarmar ese polo de lo nacional y popular que siempre fue una alianza política que impedía la plena estabilización de esos planes políticos y económicos. Eso está muy sobre la mesa hoy, es la misma discusión que se tuvo en los 70s que se tuvo en los 60s también y que se tuvo con en el gobierno de Cambiemos, donde en mayor o menor medida se piensan de manera diferente esos dos procesos a los cuales se les achacan los problemas estructurales”.

“Entonces sí creo que hay un intento de desmantelarlo público por un lado y ese desmantelamiento de lo público está atado a una idea de estabilización o de reforma un poco más estructural de ciertas variables de la economía argentina. Van de la mano políticamente y técnicamente por eso es que el desmantelamiento de todo lo que es el Sistema Nacional de Ciencia y Tecnología por un lado y de la educación pública superior es muy importante el proceso de desmantelamiento, fue muy rápido y muy profundo”, puntualizó Barros.

Con respecto a la postura del gobierno nacional, que dice que la marcha fue para evitar que las universidades no sean auditadas, comentó: “Las universidades son auditadas como cualquier otra agencia u organismo estatal. El Conicet tuvo una auditoría sumamente exhaustiva durante el gobierno de Cambiemos y las universidades también son siempre auditadas. La respuesta sobre la autonomía universitaria a partir de la demanda de ser auditada son discursos políticos para enfrentar todos esos ataques, pero la universidad son siempre auditadas, no es que están diciendo, no, no quiero que me auditen porque no pueden decirlo, es obligación del Estado auditar y de hecho la Auditoría General de la Nación explicó los procesos de auditoría que se vinieron desarrollando en los últimos cuatro años en relación a universidades nacionales, entonces el problema es otro. Lo que pasa que van apareciendo diversas maniobras políticas de ataque, de desprestigio, incluso no solo desde el discurso gubernamental, sino también desde ciertos medios periodísticos que apoyan ese tipo de política”.

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En relación a cómo va a continuar esta situación de las universidades, expresó: “Hay un estado de alerta importante, hay una sensibilidad muy alta que es muy intensa en relación a cualquier cosa que se proponga que intente avasallar esa autonomía, así que la verdad que no sé bien como sigue. La Universidad va a seguir movilizada en defensa de la universidad pública, libre y gratuita. Cambiaron aparentemente las personas con las que el Gobierno Nacional negocia y dialoga con las universidades nacionales, así que veremos. Es muy dinámica esa negociación y esas agresiones son tan continuas y van cambiando de ángulo que en ese sentido me parece que la universidad tiene que estar en alerta ante cualquier provocación”.

Acerca de la respuesta del gobierno nacional a la multitudinaria marcha del pasado martes, como fue el meme que publicó el presidente en sus redes sociales, de un león tomando de una taza con la leyenda ‘Lagrimas de zurdo’, manifestó: “Esa es la estrategia de comunicación, es más de lo mismo. Es un discurso sumamente violento hacia las personas que no piensan como ellos, pero dentro de todo no deja de ser una forma de comunicación más, el problema es que eso a la larga no termine abriendo espacios de violencia que va más allá de la violencia en las redes sociales. Si la postura es humillar, destruir, que el otro llore y que el otro no pueda seguir disfrutando de los derechos que tiene y el derecho a estudiar de nuestros estudiantes en la Universidad Nacional de la Patagonia donde el 80% o más de sus egresados y egresadas son primera generación universitaria, cuando todo eso se transforma en una agresión constante, habilita a conductas violentas y eso es un problema de la comunicación en el gobierno. No se puede gobernar a través de esa agresión que aparentemente es legítima en las redes sociales”.

Por otro lado, Barros analizó la conducta que tiene el presidente Javier Milei. “Se puede hacer un ejercicio lo que pasa que desde la ciencia política es una disciplina con muchas formas de acercamiento al fenómeno de la política que podrían ser utilizados para tratar de analizar a Milei. No está rompiendo el molde. Si tengo que hablar de la forma en que yo investigo va a estar más vinculada a esa forma de expresión de ciertas ideas, de ciertos discursos por parte de estos partidos de las nuevas derechas, que no es un proceso que se da solo en Argentina sino en un montón de lugares de América Latina también”.

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“El análisis que se puede hacer es precisamente que estos discursos no son novedosos. Si hay algo de novedoso en esa comunicación es porque ahora sí las redes sociales y las formas de comunicación han cambiado en ese sentido, allí puede residir cierta novedad. Outsiders en política ha habido siempre, no hay que mirar tan lejos, con solo mirar a Daniel Scioli y a un montón de otras personas que hoy ubicaríamos directamente como clase política, pero en su momento venían de otros espacios, en ese sentido no hay sorpresa posible. Lo que sí sorprende desde la ciencia política es como un partido que empieza en pocos años llega a la presidencia, eso sí es un fenómeno bastante novedoso”, agregó.

“Lo más paradójico es esto cómo llega a la presidencia sin una gran presencia territorial en términos políticos y Chubut es un buen ejemplo porque cuando ve la primera vuelta o las elecciones a gobernación fue totalmente distinta. Sin presencia territorial, pero a través de esos mecanismos de comunicación política centralizados sobre todo en las grandes urbes, pero donde más representación tuvo porcentualmente también es en el interior, que eso es lo raro de las marchas universitarias, ahí hay algo extraño. Cuando uno se pone a ver la masividad en todo el interior de las marchas universitarias y en el interior es donde por más votos ganó Milei, es decir que allí hay un comportamiento si decían los diarios que en la marcha de Comodoro hubo 45.000 personas bueno, hay que pensar que 25.000 de esas votaron a Milei y estaban caminando en contra de Milei. Es un fenómeno que tiene algunas aristas que son no sorprendentes, pero que son novedosas por decirlo así, pero en términos de contenidos discursivo, en formas de la manera de irrumpir en la escena política, no es demasiado novedoso”, indicó.

Ante la falta de una referente en la oposición, declaró: “Es muy difícil prever cuál es un acontecimiento que suceda que vaya a generar que aparezca un liderazgo distinto en la oposición. Nunca la aparición de un liderazgo tiene una sola causa, puede haber un acontecimiento que dispara ciertas presencias, pero que no la determinan. Cuando uno lee sobre la importancia de la pandemia para la aparición de La Libertad Avanza, ahí hay un acontecimiento que fue importante en relación a eso. La manera en que terminó siendo representada esa idea de encierro forzado, eso logró amalgamar ciertos valores y ciertas lecturas de la realidad que el discurso de la libertad avanza evidentemente lo representa muy bien”.

“Enfrente lo que se ve es una profunda fragmentación, faltas de liderazgo se estables y una dificultad para ni siquiera arriar ciertas banderas, pero una dificultad fuerte para negociar espacios de poder y presencias que hace que ese marco opositor aparezca como una bolsa de cosas muy diferentes que ahí sí uno los puede acusar rápidamente como hace el gobierno de casta. Entonces me parece que ahí hay un problema en esa fragmentación de la oposición, en esa falta de liderazgos claros y en esa falta de capacidad de negocias espacios de poder y negociar valores de política, dificulta la creación de ese espacio y es algo que tampoco es nuevo, viene de tiempo antes y que es un proceso que se da a nivel nacional con esos liderazgos y también se da en las provincias donde los liderazgos no han funcionado como verdaderos liderazgos, sino que han sido siempre de liderazgos de momentos electorales, pero que no generan vínculos de lealtad política que son los que se necesitan para esas negociaciones de espacios de poder y de cargos”, completó Barros.

En cuanto a la reaparición pública de Cristina Kirchner en un acto en Quilmes y lo que representa la figura de la expresidenta, opinó: “En política no es que haya figuras del pasado, no hay apariciones y desapariciones tan definidas y tan exactas como para decir que es parte del pasado. Cristina sigue teniendo una presencia muy fuerte, incluso al interior del partido, pero las dificultades que ha tenido el kirchnerismo en generar otro tipo de liderazgos y de organizar políticamente, no solo su discurso y los contenidos que tenga, sino también como ese mismo discurso puede comenzar a articularse con otro, se puede comenzar incorporando otras demandas. Allí hubo un problema de ir cerrando su discurso cada vez más y en ese sentido creo que las estrategias anti-kirchneristas fueron efectivas, de ir fragmentando ese núcleo que quizás a principios y mediados de los 2000 fue fuerte y fragmentando ese núcleo, pero también por errores propios del discurso kirchnerista”.

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“El kirchnerismo terminó hablándole a una sociedad como si esa sociedad todavía se estuviese en 2003 o 2004. Desconoció los propios efectos de su propia práctica, el país en los años 20 es un país muy distinto al del 2000 tanto económicamente, estructuralmente, demográficamente, es distinto. Ahí hubo cierta incapacidad de dar un paso más y comenzar a pensar a largo plazo, qué forma se iba a dar esa coalición política, qué forma de economía política iba a llevar adelante, qué tipo de vínculo iba a tener con las provincias, hay un montón de aspectos a repensar”, reflejó.

Sobre los discursos que dio Javier Milei y las frases que incorpora en cada aparición pública, dijo: “Ningún discurso político tiene un significado necesario, que sea incambiable. Yo puedo decir ‘nunca más’ y ese nunca más puede tener diversos significados, en la lingüística estructural esa es la diferencia entre significante y significado. El significante ‘nunca más’ puede tener distintos significados que se deslizan por debajo de él, puede ser el nunca más del libro que prologa Sábato o puede ser el ‘nunca más’ de Milei, nunca más un estado presente, son dos palabras que son iguales, pero cuyo significado cambian depende del uso, depende del contexto y depende de quién lo emite, entonces todo discurso tiene esa característica porque no hay ninguna necesidad entre significante y significado no, eso puede variar sobre todo en términos, tan volátiles, políticamente están cargados políticamente cuando más cargados políticamente más significados distintos va a tener cualquier palabra que se utilice en términos de política. Entonces sí se puede volver atrás y en general son muy pocas las ocasiones en las cuales uno ve que ya sea electoralmente o en términos de imagen, el significado de una frase le pase factura a quien la emite. En ese sentido no hay que pensar a los discursos políticos como categóricos, que intentan frenar ese desplazamiento de esos significados, sino que lo que van haciendo es uso de eso para ir logrando articular miradas diferentes”.

Por último, se refirió a la relación entre la política y la religión, algo que Milei tiene muy presente. “En algunos casos se llevan muy bien en otros no tanto. Cuando uno ve el crecimiento de partidos políticos que están financiados por iglesias, sobre todo en Estados Unidos y la fuerte presencia del lobby religioso en relación a un montón de políticas públicas eso no debería asombrarnos. De hecho, en toda la historia del pensamiento hay estudios sobre la forma en que los lenguajes religiosos se van transformando”, cerró.

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