BUSCANDO AL CANDIDATO (PARTE CUATRO)

Volvemos con una nueva edición de BUSCANDO AL CANDIDATO. En esta oportunidad aparecen nombres que no estaban en el radar, impensados hace algunos meses atrás. La Ley de Lemas y su operativo clamor. Son momentos de estrategias y negociaciones, y todo indica que el “ganar o ganar” reduciría el escenario a la contienda entre dos grandes frentes.

domingo, 10 de abril de 2022 - 12:01

Por Virginia Navarro

 

Cuando se expresa lo dinámica que es la política, no es una frase hecha, más bien una realidad. Los actores van cambiando y tejiendo nuevos acuerdos con la mera intención de mantener el poder. Poseer poder es subsistir, y los cargos, más allá que se pueda pensar en el bien común, otorgan esos privilegios a los que luego es difícil negarse. Por eso nadie se va, son pocos los que regresan a casa.

En las gestiones vamos a encontrarnos con funcionarios “versátiles” capaces de conducir tanto un Ministerio de Seguridad como uno de Desarrollo Humano. Porque aquí no se trata de quién sabe más, sino de quién resiste y perdura.

Hoy las estrategias tienen que ver con eso, con conservar el poder.

 

TODOS CON LA LEY DE LEMAS

   Empecemos con la elección en sí y cómo vamos a votar ya que en la última semana no fueron pocos los que destacaron la Ley de Lemas como un sistema de elección posible para este turno electoral; algunos porque fueron consultados, y otros solitos lo mencionaron, obviamente con clara animosidad.

Por lo bajo la mayoría coincide que es un mal sistema, que está desacreditado y tiene poca legitimidad. Sin embargo, por cómo se plantean los comicios para el PJ, parece ser un camino probable a la victoria.

Uno de los primeros en hacer mención fue Jorge “Loma” Ávila, titular de Petroleros. Al respecto señaló que si la Ley de Lemas “da paz, tranquilidad y unidad” no lo ve mal.

En tanto, desde lo personal dijo no gustarle porque “pone candidatos que muchas veces uno no quiere. Yo prefiero votar en una urna y que sea la urna la que decida quién gana”, aclaró.

Luego fue Adrián Maderna, intendente de Trelew el que, en diálogo con el programa Nos Sobran Los Motivos propuso debatir este instrumento: “No hay que desconocerlo, y si está dentro de las posibilidades no nos tiene que asustar”, concluyó.

Por su parte Juntos por el Cambio, que hasta el momento respira aires triunfalistas, ve una clara amenaza (esta forma de votación le permitió conservar la gobernación de Santa Cruz a Alicia Kirchner en el 2019). Este fin de semana emitieron un duro comunicado donde manifiestan que la Ley de Lemas es inconstitucional porque vulnera el espíritu que guió a la Constitución Provincial que en su artículo 146 establece que el gobernador será electo a “simple pluralidad de sufragio”, agregando que “es un sistema tramposo y anacrónico, que vulnera la voluntad popular”.

Y continúa:

   “La alternancia política, no puede ser apreciada como una amenaza, sino como una posibilidad sana dentro de la dinámica democrática, ni mucho menos puede activar las operaciones más bajas y especulativas, que contribuyen a resentir más la institucionalidad de nuestra ya muy golpeada provincia, vulnerando los derechos de los chubutenses, con el único fin de consagrar sistemas proclives a los vicios de la corrupción y la mala política”.

 

Ahora bien, para la dirigencia peronista tan fragmentada, hoy esta herramienta parece ser el tan ansiado y manido consenso. Se requieren de 22 votos en la Legislatura y Ricardo Sastre cree tenerlos.

Entre los fundamentos del vicegobernador está la erogación que se produce cuando hay elecciones, por ello expresó: “El común de la gente va a querer Ley de Lemas porque suple una de las dos elecciones, o las generales o las PASO”.

 

ARCIONI, EL EQUILIBRISTA

   Comencemos a analizar los aspirantes al poder por quien gobierna la provincia. Un Mariano Arcioni que desde su desembarco en la política se le contaron los días (ni hablar las costillas), y pocos hubieran asegurado que con la crisis económica, institucional y social que atravesó Chubut, iba a poder sostenerse.

En varias oportunidades sus íntimos lo escucharon lamentarse de la “mala exposición” y la decisión de haber dejado su cómoda actividad para meterse en el barro de la política. Por esa razón fue una sorpresa que quisiera postularse como Gobernador en el 2019.

Y siguiendo en esa línea, después de años mucho más críticos aún, atravesados por la pandemia y una derrota contundente en el 2021 para el oficialismo provincial, otra vez las especulaciones giraban en torno a un Arcioni que se volvía a su actividad privada.

Incluso los sondeos de la Consultora CB que realiza el ranking de Gobernadores, lo instaló durante mucho tiempo entre el lugar 23 y 24.

En tanto abril del 2022 muestra un repunte del Gobernador chubutense y asciende al puesto 19, con una imagen positiva de 50,2% por encima de la negativa que arroja un 47,1%.

Eso le permite a Mariano Arcioni verse con capacidad de juego. Eso y un poco por su obstinación, su formación liceísta y tal vez también a su autoestima. El actual Gobernador no tiene dudas que hizo las cosas bien, y que el paso del tiempo le dará la razón: “Pagué deuda, puse en marcha obra pública y no eché a nadie”, explica con un ensayado énfasis.

Además, cuenta con el apoyo del Secretario General de Petroleros, quien insiste que “el Gobernador resistió a todo e hizo leyes que ayudaron mucho a la provincia”, incluso algunas que no le permitieron aprobar.

 

Arcioni no se va de la política, ese gustito que tiene el poder y los privilegios son difíciles de dejar, y ya ha iniciado la negociación con el armado del Frente Renovador, con Chubut Somos Todos, Provech y algunos partidos vecinales que se ofrecerán como colectoras o para la construcción de un gran frente.

 La prenda de cambio para Arcioni sería la diputación nacional.

Por otro lado, el Gobernador va a desdoblar elecciones, la decisión debe tomarla 90 días antes de las mismas. Lo que no va a hacer es meterse en la interna Luque-Sastre, dejará que decidan ellos quién será el candidato, más allá de tener su preferido y tal vez sea, entre otras cosas, por ese sentimiento que es el localismo.

 

ÁVILA EL PRAGMÁTICO

   Podrán acusarlo de ser un poco voluble en sus respaldos políticos, aunque yo diría pragmático. Ávila, sabe jugar y se va a enrolar en lo que sea mejor para su sindicato. “Yo soy peronista, no kirchnerista” repite, pero antes que eso es “petrolero” y sabe que su función lo obliga a sentarse y hablar con todos.

En sus declaraciones recientes a la mañana de La Cien Punto Uno dudó sobre el triunfo del PJ en este 2023: “Si no hay un peronismo unido no va a haber un candidato del peronismo ganador”, declaró.

De todos modos, y aquí el localismo también juega fuerte, prácticamente ya comprometió su apoyo a Juan Pablo Luque para la gobernación, estuvieron reunidos y petroleros ya inició “la rosca”, es por eso que ya se tiran candidaturas y se hacen declaraciones públicas que luego permitirán negociar (o rosquear) y quedarse con buenos lugares en la lista.

Un ejemplo: las publicaciones que postulan a Leonardo Rocha, mano derecha del Loma, a la intendencia de Comodoro. Y por otro lado las declaraciones de Jorge Ávila levantando la figura de Ana Clara Romero, “la veo en la ciudad, la conozco, es una candidata potable que tiene muchas chances de competir” dijo y desencadenó un rosario de especulaciones.

 

ROMERO ESPERA

Ana Clara Romero es seguramente quien hoy esté en la situación más cómoda, incluso respecto a su propio partido y coalición. El resultado de las legislativas 2021 la posicionaron bien, y nadie osa discutirla dentro de su espacio.

   Ella prefiere esperar, no salir a jugar de manera prematura, prefiere que el desgaste lo sufran los otros.

No obstante, Juntos por el Cambio viene conversando con otros sectores pensando en hacer crecer la coalición. Al menos desde Comodoro no ven un límite para tejer alianzas. Esas charlas se están dando con el Partido Libertario y con un sector del peronismo que, por ahora, lo mantiene bajo siete llaves.

 

NADIE CONFIRMA NADA

   Esto suele ser molesto para el ciudadano de a pie o para quienes desconocen los intereses que se juegan en estas instancias. La prudencia en reconocer aspiraciones es porque las negociaciones no se abandonan hasta último momento, decir “quiero ser” a veces puede tener un costo muy grande.

   Ni hablar de aquellos que se lanzan de manera apresurada, el desgaste de una campaña prematura también se paga caro.

Ahora, si bien desde el análisis político podemos entender la necesidad de “ser tiempistas” y saber cuándo largar, eso no hace más que mostrar lo alejada que está la política partidaria de las necesidades de la gente. El hecho que un candidato no pueda decir abiertamente cuando quiere ser, que los nombres se guarden bajo siete llaves, que las listas se negocien y se rosqueen, y más aún que se definan a más de mil kilómetros de distancia, no hace más que multiplicar la indignación popular.

Es el llamado de atención de las urnas, sobre todo en estas últimas elecciones, las que deberán leer. Respetando los compromisos asumidos en campaña y con procesos transparentes.

 

Podés leer: 

Buscando al candidato (PARTE UNO)

Buscando al candidato (PARTE DOS)

Buscando al candidato (PARTE TRES)

Orizon
Musters Vinoteca